PALABRAS PRESIDENTE EJECUTIVO ICE
12 SETIEMBRE 2011
Un acto inaugural de una obra es un momento solemne. Es altamente simbólico. Trata de sintetizar en un instante el esfuerzo de muchas personas. Resume los momentos de euforia con el éxito y de angustia con las desgracias. Es también la oportunidad para presentar a la sociedad, costarricense, un aporte, grande o pequeño, en la búsqueda incesante de nuestro progreso material y a veces espiritual. Asimismo, es la oportunidad de reflexión, de evaluar lo que hemos hecho y cómo encaja en nuestras aspiraciones. Y finalmente, también es el momento para ver al futuro y lo que queremos que sea, y cuáles fueron las lecciones aprendidas al poner en funcionamiento la obra que se inaugura.
Para empresas estatales como el ICE, hacemos numerosas inauguraciones cada año, unas más relevantes que otras, pero todas van dirigidas a cumplir los mandatos legales que le dieron vida hace ya 62 años. Hemos inaugurado a lo largo de los años, de diferentes formas, cientas de obras del sector eléctrico y de telecomunicaciones.
Algunas han sido en casa con nuestros trabajadores, otras con los pueblos beneficiados, y otras, como en el caso actual, tenemos la presencia del más alto nivel político del Estado: la Presidenta de la República y su apreciable comitiva.
Y su presencia aquí tiene múltiples razones:
Primero, porque ella admira la labor realizada por el ICE en pro del desarrollo de los pueblos;
Segundo, porque es una obra muy significativa para el país, asegurar el suministro eléctrico en forma continua es vital para nuestro crecimiento económico, y Pirrís aporta en un momento oportuno su cuota;
Tercero, porque ella es una abanderada y fiel creyente en la importancia de desarrollar las energías renovables, al grado de desterrar el uso de petróleo para generar electricidad. Lo ha dicho y lo ha probado.
Y Cuarto, porque quería constatar que esta grandiosa obra estaba lista y poder darle la señal de inicio.
Nos sentimos muy honrados con su presencia.
Aquí, en este mismo sitio, hace tan solo tres años lo que había era un enorme hueco, un precipicio hasta llegar al río. Hoy tenemos una presa de concreto, la más alta del país, y un enorme embalse de regulación de agua totalmente lleno y listo para ser aprovechado, generando electricidad.
Esa agua es conducida a través de un largo túnel hasta una casa de máquinas, ubicada ya en Parrita, en donde sus generadores nos proveen de otros 134 MW de electricidad limpia, renovable. De ahí la electricidad se mueve a través de líneas de alto voltaje a todo el país.
En estas dos frases simplifico y sintetizo el resultado final de una década de esfuerzos para completar, tal vez, la obra de ingeniería más accidentada y compleja que el ICE ha llevado a cabo en su historia. Muchos obstáculos, de todo tipo, debieron ser superados para podernos reunir hoy aquí.
Abundaron las limitaciones financieras, las contractuales, las geológicas, y las climáticas. A todas ellas los profesionales, técnicos y obreros del Proyecto y del ICE no le arrugaron la cara, y con tesón, coraje y mística, las fueron superando, una a una. Yo no puedo más que felicitarlos por personalizar lo que dice el himno del ICE, que acabamos de cantar.
Hablo del terremoto de Parrita en 2004, la tormenta Alma, una nueva depresión tropical, ambas en 2008, y más recientemente la tormento Thomas. Hablo de los problemas geológicos complejos en este sitio de presa y de su impermeabilización, hablo de restricciones de inversión.
Aquí trabajaron durante largos años cerca de 3000 personas, casi 2000 de los cantones vecinos. Todos han salido mejor preparados para afrontar el futuro que cuando entraron a esta obra.
La relación con las 24 comunidades que cubren el área de influencia del Proyecto, ubicadas en 7 cantones, creo que ha estado acorde con las políticas de que no puede haber desarrollo económico sin tomar en cuenta los aspectos socio ambientales. La lista de aportes que he oído y leído es enorme y es muy significativo que el ICE se haya adaptado al modelo de desarrollo sostenible, en el cual creemos firmemente.
Este proyecto costó $630 millones, fue financiado por el gobierno de Japón, el BCIE, emisiones financieras y aportes propios, todos en condiciones financieras excelentes y apropiadas para el tipo de obra que es. Debo agradecerles en nombre del ICE su confianza en nosotros al apoyar un complejo proyecto desde el principio hasta el final. Hoy cosechamos esa perseverancia. De ese costo, cerca de $44 millones (un 7%) fueron destinados a la gestión socio ambiental a lo largo de la década anterior.
En total el costo económico medio de la energía de esta planta alcanza 10.5 centavos dólar por KWh. Creo que es un valor aceptable y competitivo.
Déjenme hablarles de lo que hemos hecho y lo que viene. Este año fue de cosecha energética: pusimos a operar la planta Garabito de 200 MW, que aunque térmica, sustituye diesel caro por bunker más barato, y además mejora la eficiencia y las emisiones; también la geotérmica de Pailas, de 35 MW, que es una planta térmica que no usa hidrocarburos, sino vapor de la tierra; y hoy aquí Pirrís, hidroeléctrica de 134 MW. En pocas semanas, nuestra empresa distribuidora hermana, Coopesantos pondrá a operar un Parque Eólico de 15 MW. En total casi 400 MW en un año! Mucho más que el crecimiento de la demanda.
El siguiente año de amplia cosecha espero sea a partir del 2013. Ahí veremos la entrada en operación de Toro 3 en San Carlos, en alianza con JASEC, Balsa Inferior de la CNFL, las hidroeléctricas Cubujuqui de Coopelesca, Torito, Chucás y Capulín, en BOTs con el sector privado, las eólicas de Valle Central y de Guanacaste, también en BOT con el sector privado. En total sumo 325 MW adicionales. También haremos más eficiente la planta térmica de Moín, para que con el mismo consumo de diesel generemos un 50% adicional. Eso le da firmeza a las energías renovables.
Con lo anterior, más algunas plantas privadas adicionales amparadas en la ley 7200 vigente, el país podrá cumplir con la meta del Plan Nacional de Desarrollo de asegurar un mínimo de 95% renovables para el año 2014, y tal vez excederla.
Pero qué sigue? No somos cortoplacistas. Está en plena construcción el Proyecto Hidroeléctrico de Reventazón de 300 MW, programado para operar en 2016. Lleva un 22% de avance de construcción y este fin de año esperamos levantar el financiamiento completo para esta obra, a través de un consorcio de variadas fuentes, coordinado por el BID.
Y detrás viene el gran proyecto El Diquís, ubicado en la zona sur pacífico del país, con 630 MW. Este proyecto está en la etapa de preparación de los EIAs y la obtención de la licencia ambiental, y esperamos cumplir con todo el ordenamiento legal necesario para iniciar su construcción en el año 2013.
Intercalados a estos dos megaproyectos hidroeléctricos, esperamos incluir algunos propios y los que la legislación permita.
Ya vamos por buen camino en la interconexión eléctrica con Centroamérica y el mercado regional. Eso le asegurará al país que los excedentes de energías renovables en los próximos años, podrán ser colocados en dicho mercado por el país. Y posiblemente a mejores precios que los que se fijan en el país, pues sustituirán térmico más costoso en esos países. Esto le da viabilidad económica a la meta de incrementar la proporción de renovables nacionales.
Todo lo anterior nos lleva a que el sector eléctrico cumplirá con su compromiso de generar un 100% con renovables para el año 2021, año del bicentenario.
Regreso a Pirrís. Esta obra, en mi opinión como ingeniero, rompe varios moldes: (i) presa de tecnología de concreto rolado de mayor altura del país; (ii) caída más alta de Centroamérica, de 800 metros; (iii) túnel de conducción con más filtraciones de agua, desde el de Tapantí. Cada uno de estos retos fueron atendidos adecuadamente por nuestros ingenieros de diseño y de construcción.
Esto patentiza que el ICE está organizado para pensar y actuar en grande. Y es lo que hará en los próximos años.
Y lo hará con sostenibilidad, profesionalismo, competitividad, capacidad empresarial, cumpliendo metas socio ambientales y con el compromiso de la universalidad y solidaridad en la entrega de sus servicios públicos, tal como lo dicta la ley.
Muchas gracias.