Recientemente la prensa nos ha informado de la crisis de suministro eléctrico que padecen la mayoría de países de Latinoamérica, e inclusive de otras partes del mundo:"El Niño” apaga la luz en América Latina. Problemas de abastecimiento provocan creciente malestar ciudadano (La República (LR) 12.11.09. Pág. 18).
Datos Notables: grandes apagones en 1965,1977,1999,2000 a 2001 y 2003 en EEUU, Brasil, California, Suiza, etc. (La Nación 12.11.09. Pág. 26A).
Electricidad, nuevo dolor de cabeza para América Latina. (…) El acceso a la energía en países latinoamericanos está aún lejos de ser óptimo, declaró Gabriel Argüello, Presidente de la Comisión de Integración Energética Regional (CIER), que nuclea a los actores del sector eléctrico suramericano. La región debe invertir 10.000 millones de dólares en un período de 10 años para producir electricidad para los 100 millones de latinoamericanos que aún no tienen acceso a ella (20% de la población) LN 13.11.09. Pág. 30A.
Apagones alteran vida de los ecuatorianos. Recortes de energía se deben al faltante de agua en las hidroeléctricas. (…) Los racionamientos de electricidad de hasta cinco horas diarias que soporta el Ecuador desde hace una semana trastornando la vida de la población (…) Esa situación se extiende a todo el país, donde las pérdidas suman unos $20 millones diarios (LN 14.11.09., Pág. 28ª).
Apagón oscurece en Brasil eventos deportivos. Dudas por mundial de Fútbol y Olimpiadas. El gigantesco apagón que la semana pasada afectó a la mitad de Brasil permanece aún en un misterio, que arroja sombras sobre los eventos deportivos que realizarán en los próximos años. Según expertos, el hecho cuestiona la política energética del país y su organización del Mundial del 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016. El apagón del martes trasanterior, que afectó a 70 millones de personas, hizo pasar una vergüenza al gobierno del presidente Ignacio Lula da Silva (LN 16.11.09.Pág.35ª).
Lluvias evaporan temor de apagones. Embalses del Arenal y Cachí tienen agua por encima del promedio anual. "El sector productivo...reprendió a las entidades eléctricas para que aceleren la construcción de las obras que saquen al país del rezago eléctrico, según Juan María González, presidente de la Cámara de Industrias." (LR. 10.11.09. Pág. 4).
Desde hace más de 25 años Costa Rica no sufre racionamientos ni apagones prolongados, como sí se han dado por largos períodos -y en bastantes casos frecuentemente- en Centroamérica, el Caribe, Sudamérica y hasta en EEUU. Canadá y Europa. El costo social y económico para la sociedad de un deficiente suministro de electricidad y de los apagones y racionamiento es muy cuantioso.
La costosa y ambientalmente dañina generación térmica en Centroamérica y Panamá es de alrededor del 80%, mientras la nuestra es de solo un 10%. El potencial hidroeléctrico es subexplotado, pues si acaso lo hemos utilizado en un 15%. Gracias a la eficiente labor del ICE y de las empresas eléctricas nacionales, el grado de electrificación es de un 99%, mientras que en Centroamérica es en algunos casos de sólo el 20%, y en muchos países de Latinoamérica estos índices siguen siendo muy bajos.
Es cierto que hay tecnologías diferentes a la hidroelectricidad, geotermia y a la muy costosa e inconveniente ambientalmente generación térmica, pero la biomásica y la solar están en fase experimental aún en Costa Rica, donde hay muchas horas y épocas de disfrute solar. Su costo es 500% mayor en el caso de la generación eléctrica solar para usos residenciales en comparación con la hidroelectricidad, lo cual la hace poco útil y recomendable.
Además de las cuantiosas y muy importantes consecuencias sociales y económicas de un deficiente servicio eléctrico, tenemos las de índole política y hasta deportivas, como es el caso de un Mundial de Fútbol y de las Olimpiadas en Brasil, que serían catastróficas para un gobierno y la sociedad.
A pesar del impacto y las consecuencias negativas de las políticas macroeconómicas y fiscalistas que han impedido o atrasado los proyectos nacionales de generación eléctrica, desde hace más de 20 años, y de la oposición y ataque de las cámaras empresariales, que ahora cómodamente ”...reprenden a las entidades eléctricas para que aceleren la construcción de las obras que saquen al país del rezago eléctrico”, el ICE, con la colaboración del resto de empresas municipales, cooperativas y privadas del sector, nos han dado un suministro de alta calidad, muy confiable, amistoso con el ambiente, y sobre todo, a precios de los más bajos de Latinoamérica y de muchos países del mundo.
Fuente: Diario la Extra, San José, Costa Rica, Martes 8 de diciembre de 2009, Leonel Fonseca